Ésta es, hasta ahora, la pareja más lejana (geográficamente hablando, claro). Chrystina vino desde Chicago hasta aquí para compartir su vida con David.
Una boda íntima y peculiar en el Mas del Silenci (un lugar que nos encanta), con votos a la americana, muffins y mil detalles que los encargados de la masía cuidan siempre tanto.